ARTE Y RESISTENCIA: 5 artistas Korai Art se expresan sobre la situación en Colombia

El señor ostenta su poder imponiendo la muerte por medio de la sangre. El teatro de la crueldad, que tiene lugar en plazas públicas, pone en escena su poder y su dominación. La violencia y su puesta en escena teatral son una parte esencial del ejercicio del poder y la dominación. […] El gobierno se vale de la simbología de la sangre. La violencia directa opera como insignia de poder. En este caso, la violencia no se oculta. Se hace visible y se manifiesta. No tiene ningún tipo de pudor.

Byung-Chul Han. Topología de la violencia.

Estamos viviendo momentos importantes para la historia de nuestro país. El desarrollo del Paro Nacional que inició el pasado 28 de abril y que se pronunció sobre el derrumbamiento de la reforma tributaria propuesta por el gobierno de Iván Duque y posteriormente sobre la reforma de salud propuesto por miembros del Congreso, trajo además otra serie de pronunciamientos en contra de otras problemáticas sociales como el abuso desproporcionado por parte de las autoridades, así como un preocupante número de muertes y cientos de desaparecidos reportados, el descontento social por las violaciones a los acuerdos de paz que incluye masacres y asesinatos a líderes sociales, el mal manejo de la pandemia donde la Procuraduría General de la Nación denunció casos de corrupción, la grave e inestable situación económica derivada de la pandemia del COVID-19, pues el Departamento Administrativo Nacional de Estadística reportó un aumento del 6,8% en la pobreza del país, un retroceso de 10 años en la lucha contra la pobreza y otros casos que han sido señales de alerta para entidades como la ONU, la CIDH, y la OEA.

Por lo anterior, artistas y agentes del gremio cultural, han salido a manifestarse a través de propuestas creativas, murales y obras que se suman a las voces de lucha por conseguir una verdadera democracia que nos permita tener un país mucho más justo y equitativo. Así, algunas artistas Korai Art también han desarrollado propuestas que van de la mano de un espíritu de resistencia, con obras que no responden a los esquemas del mercado, sino que evidencian una verdadera preocupación por la actual coyuntura y enuncian cómo esto nos afecta dentro de la sociedad colombiana.

La artista Érika Zapata a través de su trabajo pictórico, realiza una serie de obras donde representa las diferentes marchas que se han presentado durante estos últimos días enfatizando en el poder de la unión del pueblo y rechazando de manera mucho más literal los casos de violencia que han teñido de un rojo amargo nuestras calles.

“Como artista, me siento en el deber de crear obras que permitan una reflexión sobre los acontecimientos actuales de nuestro país. Creo que a partir del entendimiento y la aceptación de las diferencias podremos empezar a tejer las historias que le darán forma a este momento histórico de Colombia.” 

María Isabel Medina usa la fotografía como una herramienta poderosa. Como bien escribía Susan Sontag, una fotografía no es el mero resultado del encuentro entre un acontecimiento y un fotógrafo; hacer imágenes es un acontecimiento en sí mismo. «Cómo artista mujer he salido a las calles en varias ocasiones al inicio de las manifestaciones, con cámara en mano y el celular intento registrar mi experiencia durante los recorridos. […] Para cualquier persona es un riesgo altísimo en la situación actual volcarse a las calles, y en especial si eres mujer, me he considerado doblemente vulnerable».

Para mí la lucha y la resistencia de la población en este momento es lo más importante y valioso que honestamente les confieso, pensé que no me tocaría ver, y estoy a pesar del dolor y el miedo, muy orgullosa de presenciar.

Una vez terminado el acontecimiento, la fotografía aún existirá, confiriéndole una especie de inmortalidad (e importancia) de la que jamás habría gozado de otra manera.

Paula Usuga directora de la plataforma, a través del performance, realiza una acción donde trapera constantemente la calle que es habitada y transitada por los manifestantes en una forma de enunciar que el arte crea otro espacio. «Se entrecruzan la trapera como elemento doméstico de uso cotidiano que simboliza limpieza con la manifestación del Paro en la calle, un espacio urbano vehicular que es custodiado por la fuerza pública, el poder. El cuerpo de la artista es un espacio no definido, la acción de trapear con una trapera de color rojo señala lo visceral, el cuerpo, la sangre. Al fondo los cuerpos presentes de civiles y ESMAD. Diálogos presenciales hegemónicos en tensión con una trapera roja que limpia un espacio amarillo».

“Hay cosas que nunca desaparecen, entre ellas la violencia” Byung-Chul Han.

Mayra Moreno realiza un gesto corto donde escribe con agua de río sobre un tablón, las siglas S.O.S. El gesto de escribir con el agua sobre una superficie que será borrada constantemente por el sol, nos puede hablar de la insistencia del pueblo colombiano que durante décadas ha venido anticipando señales de alerta sobre la difícil situación social y política, pero ha llegado el momento de que estas señales queden fijas en la historia gracias a los artistas que en estos momentos se encuentran resistiendo desde su arma más poderosa: la creatividad; el amor a una profesión como el arte y el saber que no es con balas, sino con letras, melodías, danzas y piezas artísticas que podremos seguir manifestando nuestra necesidad de una Colombia mucho más digna para todos.

“Aunque es agua de río, cuando hago el gesto de escribir, pienso en ello como las lágrimas que en estos días muchos han derramado por Colombia.”

Ángela Reyes propone desde dos trabajos distintos, reflexiones sobre los acontecimientos adversos que han llenado de violencia a nuestro país, donde lo concreto y lo simbólico se unen para dar cabida a piezas con importantes mensajes de alerta sobre algunas categorías de la violencia y del poder.  “ORO” es una pieza que se construye simbólicamente a partir de la situación de violencia engendrada en este país, a raíz de los constantes enfrentamientos por la adquisición del poder.

Hay una múltiple lectura que aborda desde la violencia volcada al pueblo, los feminicidios, la ceguera oscura en la adquisición de los recursos naturales y los muertos que a diario hacen parte de nuestra realidad.

Por otra parte, Zona Roja habla del cuerpo como un territorio de conflicto. Las heridas y las cicatrices evidencian una fractura. Las fotografías son intervenidas cartográficamente con unas convenciones que delimitan la densidad de conflicto del espacio mismo. Las fosas comunes, las vías de acceso, los límites entre territorios, los cultivos ilegales son entre otros, elementos que se identifican en cada uno de los cuerpos intervenidos.